También dícese: «Las paredes tienen oídos». Quijote y Academia igual. Da a entender que debemos precavernos cuando decimos algo de trascendencia y que, directa o indirectamente, puede originarnos algún mal.
Fuente: Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 496, Daniel Barros Grez, El Huérfano (novela), tomo I,, 96