¿A quién no le habrá ocurrido volverse trasquilado? Pensar que en una cita de amor se va a transportar al quinto cielo, y resulta con que, escapando bien, los perros le sacaron los pantalones o el suegro lo corrió a bala.
Fuente: Alberto Blest Gana, Martín Rivas (novela) (2 tomos), 275.