1. | Las aguas mansas son las peores | Chi. m. u. ; P. cl. aguasAcademia dice: «Del agua mansa me libre Dios, que de la recia o brava, me guardaré yo». En Chile, como en España, aplícase a lo exaltados que son los caracteres apacibles cuando se irritan. Véase: «El buey manso, etc.». Sinónimo(s): Del agua mansa me libre Dios, que de la recia me guardaré yo, Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardaré yo |
2. | Las apariencias engañan | Chi. m. u. ; Ac. + ; P. cl. apariencias¡Ojo, pues! Fuente: Arturo Givovich, El rigor de la corneta (novela), 7; Alberto Blest Gana, Ideal de un calavera (novela) (2 tomos), 39. |
3. | Las gallinas de arriba ensucian a las de abajo | Chi. m. u. ; Ac. + ; P. cl. gallinasVéase: «Al de atrás lo muerde el perro». Sinónimo(s): Las gallinas de arriba cagan a las de abajo Fuente: Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 270. |
4. | Las medias, ni en las piernas son buenas | Ac. + ; P. cl. mediasAconseja de una manera terminante no entrar en medias (trabajos en que se parten las ganancias por mitades) con nadie, pues que siempre salen descontentas las partes. |
5. | Las paredes oyen | Chi. m. u. ; Ac. ; P. cl. paredesTambién dícese: «Las paredes tienen oídos». Quijote y Academia igual. Da a entender que debemos precavernos cuando decimos algo de trascendencia y que, directa o indirectamente, puede originarnos algún mal. Fuente: Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 496, Daniel Barros Grez, El Huérfano (novela), tomo I,, 96 |
6. | Las razones de un pobre son como campanas de palo. Es decir, no son escuchadas | Chi. m. u. ; Ac. + ; P. cl. razonesVéanse sus consanguíneos: «El rico entiende a razones y el pobre a coscorrones»; «El pobre mata peleando y el rico roncando». «En el rico es alegría y en el pobre es borrachera». |
7. | Las suegras, ni de azúcar son buenas | Chi. m. u. ; P. cl. suegrasAcademia dice: «Suegra, ni aun de azúcar es buena». ¡Fatal destino de tales señoras! ¡Es inexplicable que nosotros, los hombro, sintamos una tendencia de natural antipatía para con la madre de quien amamos tanto! Véase: «Amistad de yerno, sol de invierno». |
8. | Las uñas y las leseras no dejan de crecer nunca | Chi. p. u. ; Ac. + ; P. cl. uñasTraslado a los lesos de menor cuantía. |
9. | Las verdades son amargas | Chi. m. u. ; Ac. + ; P. cl. verdadesManifiesta que cuando se nos enuncia alguna verdad que no nos conviene, suele punzarnos desazonadamente. Úsase mucho a modo de apóstrofe. Fuente: Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 367. |