Aunque una persona no desee lo que comúnmente se anhela o lo que fatalmente ha de suceder, tarde o temprano le llega su turno.
Fuente: Daniel Barros Grez, Pipiolos y pelucones (novela) tomo I, 343, 380; Daniel Barros Grez, La Academia (novela) (2 tomos), 555; 132, 180; Daniel Barros Grez, El Huérfano (novela), tomo III, 9