Pretexto de los bebedores para beber el vino puro.

Frase pretenciosa en que se suele prorrumpir al oír algún disparate, dando a entender que no gusta ninguno, por suponerse uno incapaz de decirlos o hacerlos.

Enseña la conveniencia de evitar las ocasiones para no caer en delincuencia.

Da a entender el deseo natural en los viejos de prolongar cada año su vida.

Suelen prorrumpir en esta frase los andaluces al conseguir sacar entera la corteza de una naranja que se monda en forma espiral con instrumento cortante.

Enseña que por muy secretamente que se quieran cometer las malas acciones, nunca dejan de ser descubiertas y conocidas.

Indica que el que tiene lo más importante, siempre tiene a su alcance lo accesorio.

Tener enfado o enojo con él.

Ser de muy escasa importancia.

Dícese del que tiene bastante arte para manejarse por sí solo sin la ayuda de nadie.

Haber cumplido sesenta años de edad.

Frase jocosa con que se expresa tener buen apetito.

Representar ésta menos edad de la que realmente tiene, a causa de hallarse muy bien conservada.

Tener gran recelo, temor o zozobra. — En sentido jocoso se dice, por persona del género masculino: No me llega la camisa a los talones.

Frase con que se le da a entender a uno que no se menoscaba el buen nombre de que disfruta, o la consideración que se le tiene, por hacer tal o cual cosa que juzga impropia o menos decorosa.

Desagradar, ser antipática, molestar su presencia, conversación, etc. Se emplea más con las personas que con las cosas. —Es equivalente de no poder tragarla, tenerla atravesada, o sentada, en la boca del estómago.

No poder reducirlo a que haga lo que es razón.