Enseña el provecho que se saca con las buenas compañías.

Ensalzar o alabar exageradamente a una persona o cosa, bien sea de palabra, bien por escrito. —Dícese también: Bombear, o dar bombo.

Recomienda los temperamentos de blandura para conquistarse el aprecio de los demás.

No acordarse de aquello de que se trata, ni tener la más remota idea o reminiscencia.

Indica a los trasnochadores los malos resultados que acarrea una vida desordenada.

Manera de alejar uno de su trato para siempre a alguna persona.

Aconseja que antes que contraer deudas se pasen algunas privaciones.

Expresión con que se censura a alguno de que en lo que habla hay dos términos que implican contradicción.

Ir hacia atrás; retroceder en los estudios, resolución de un asunto, etc.

Frase que suelen emplear en los pueblos donde no hay posada, para echar al cura la carga de huéspedes y pedigüeños.

Principio de un romance antiquísimo, con el que se da a entender la necesidad en que uno se halla de que se le preste auxilio, especialmente si se trata de verse atacado en su derecho o en sus intereses.

Manifiesta el deseo del logro de alguna cosa. Algunos suelen añadir: como dijo un ciego a otro.

Modo de despedirse cariñosamente de una persona.

Frase que se suele emplear al despedir a una persona a quien se trata con suma confianza, y también para expresar algún fracaso o pérdida, por lo común de poca importancia.

Da a entender el poco caso que se hace de la ausencia o desaparición de ciertas personas o cosas, por ser fácil la substitución o reparación de las mismas.

Algunos añaden: (Y se iba un zapatero de viejo) Suele emplearse cuando se despide alguna persona sin importancia, mayormente si presume ésta de lo contrario.

Expresión figurada y familiar que se emplea cuando se pierde o malogra una cosa, y también cuando le vienen a uno con alguna especie o proposición importuna y molesta.