16681. | No hay servicio que espere igual galardón | |
16682. | No hay sino abrir ojos y mirar | - Ort. or.
Cuando dicen que hay mucho que ver.
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16683. | No hay sino dalle | Dícese animando cuando todo está dispuesto. |
16684. | No hay sucia que no sea asquerosa | Que no haga ascos de lo sucio, sin echar de ver en sí que es necia y puerca. |
16685. | No hay tal andar como a Cristo buscar | |
16686. | No hay tal andar como buscar a Cristo | |
16687. | No hay tal caldo como el zumo del guijarro | Entiéndase el agua. Hay este cuento: que un pasajero no halló qué comer en un lugar y salióse a un arroyo, y cogió unos guijarros limpios y volvió a la posada, y dijo que él sabía guisar aquella fruta, que le diese una poca de manteca la huéspeda y unos huesos, y así pidió otros aderezos, e hizo un caldo y guisado que a todos pareció bien y supo bien, y decían: No hay tal caldo como el zumo del guijarro. |
16688. | No hay tal calva como la que está sin pedrada | |
16689. | No hay tal cama como la del enjalma | |
16690. | No hay tal comer como al pie de la obra | |
16691. | No hay tal como amigo viejo para tratar, y leña seca para arder y quemar | Atribuyen este refrán al rey don Alonso. |
16692. | No hay tal cuña como la del mismo palo | Quiere decir que el astil, o madero, se labre tan ajustado y apropiado para lo que ha de servir, que no haya menester cuña añadida, sino que en sí mismo lo supla; porque la cuña postiza vase saliendo; y la alegoría es que a un ruin otro ruin, y para convenir a dos, otro como ellos. Sinónimo(s): No hay tal cuña como la del propio madero. |
16693. | No hay tal doctrina como la de la hormiga | |
16694. | No hay tal espejo como el ojo del amigo bueno y viejo | |
16695. | No hay tal espejo como el unto so el pellejo | |
16696. | No hay tal haber como el buen querer | |
16697. | No hay tal hechizo como el buen servicio | |
16698. | No hay tal hijo como el parido ni tal madre como la que pare | |
16699. | No hay tal lunar como el de enero ni tal amor como el primero | |
16700. | No hay tal madre como la que pare ni tal hijo como el parido | La madre propia tiene más amor que el ama, o madre por adopción; y el hijo a ella asimismo. |