der. de ala y también del término marítimo halar.
Ir. || Se emplea como voz popular en los provincialismos aragoneses y andaluces. Los aragoneses lo emplean como imperativo diciéndole a la persona a quien invitan a marcharse o a trabajar, ¡ala! Los andaluces lo emplean también como expresión del mismo movimiento al decir «y jala, jala fuimos a tal parte». Por eso es más creíble que derive de ala, y que en el imperativo aragonés equivalga a decir «¡vuela!».
Fuente: Juan Hidalgo, Vocabulario de Germanía, Barcelona, 1609