Pereira Bracamonte, en su libro Banquete que Apolo hizo a los embaxadores del rey de Portugal Don Ivan Quarto (Lisboa, Lourenço de Amberes, 1642, pág. 61); después de decir que las aceitunas engendran melancolía y jaqueca, aconseja: «Y assi, siempre las come de manera, que sea la segunda la postrera».