Emma Prestia, Traduzioni italiane dei refranes del Don Chisciotte → Contenido |
Al enamorado ausente no hay cosa que no le fatigue ni temor que no le dé alcance, Alguno no se puede perseverar en el intento amoroso luengo tiempo, si no es sustentado de alguna esperanza, Así como el fuego no puede estar escondido y encerrado, la virtud no puede dejar de ser conocida…
Bien es que los hijos hereden y aprendan los oficios de sus padres…
Cada uno ha de hablar de su menester donde quiera que estuviere, [no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito; pero] Cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada y baja, Contra el uso de los tiempos no hay que argüir ni de qué hacer consecuencias…
De la abundancia del corazón habla la lengua, Donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura…
El Amor es invisible, y entra y sale por do quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos, El amor mira con unos antojos, que hacen parecer oro al cobre, a la pobreza, riqueza, y a las lagañas, perlas, El amor y la guerra son una misma cosa, y así como en la guerra es cosa lícita y acostumbrada usar de ardides y estratagemas para vencer al enemigo, así en las contiendas y competencias amorosas se tienen por buenos los embustes y marañas que se hacen, El cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres, El comenzar las cosas es tenerlas medio acabadas, El consejo de la mujer es poco, y el que no le toma es loco, En los casos de amor no hay ninguno que con más facilidad se cumpla que aquel que tiene de su parte el deseo de la dama, Enfrena la lengua; considera y rumia las palabras antes que te salgan de la boca, Entre el sí y el no de la mujer no me atrevería yo a poner una punta de alfiler, porque no cabría, Es mejor ser loado de los pocos sabios que burlado de los muchos necios, Es menester mucho tiempo para venir a conocer las personas, y no hay cosa segura en esta vida, Es natural condición de mujeres desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece…
Grande y poderosa es la fuerza del desdén desamorado…
La boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante, La buena mujer estaba obligada a no dar ocasión a su marido a que riñese, sino a quitalle todas aquellas que le fuese posible, La hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado, o como la espada aguda: que ni él quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca, La historia es como cosa sagrada; porque ha de ser verdadera, y donde está la verdad, está Dios, en cuanto a verdad, La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu, La mujer y la gallina, por andar se pierden aína; y la que es deseosa de ver, también tiene deseo de ser vista, La rueda de la Fortuna anda más lista que una rueda de molino, Las armas de los togados son las mesmas que las de la mujer, que son la lengua, Las gracias y los donaires no asientan sobre ingenios torpes, Las iras de los amantes suelen parar en maldiciones, Las promesas de enamorados, por la mayor parte, son ligeras de prometer y muy pesadas de cumplir, Las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y cultivándolas vienen a dar buenos frutos, Las virtudes adoban la sangre, y en más se ha de estimar y tener un humilde virtuoso que un vicioso levantado, Letras sin virtud son perlas en el muladar, Lo que cuesta poco, se estima en menos, Los montes crían letrados, y las cabañas de los pastores encierran filósofos, Los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos sabios; y el refrán que no viene a propósito antes es disparate que sentencia…
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas…
No hay candados, guardas ni cerraduras que mejor guarden a una doncella que las del recato propio, No hay gente más mala que las placeras, porque todas son desvergonzadas, desalmadas y atrevidas, No hay memoria a quien el tiempo no acabe, ni dolor que muerte no le consuma, No hay poeta que no sea arrogante y piense de sí que es el mayor poeta del mundo, No puede haber gracia donde no hay discreción, No se escribe con las canas, sino con el entendimiento, el cual suele mejorarse con los años…
Oficio que no da de comer a su dueño no vale dos habas…
Paréceme que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas, especialmente aquel que dice: «Donde una puerta se cierra, otra se abre», Por feas que seamos las mujeres, mí parece que siempre nos da gusto el oír que nos llaman hermosas…
Sé breve en tus razonamientos; que ninguno hay gustoso si es largo, Si el ciego guía al ciego, ambos van a peligro de caer en el hoyo, Siempre las desdichas persiguen al buen ingenio…
Tanto el vencedor es más honrado, cuanto más el vencido es reputado, Tiene el miedo muchos ojos, y vee las cosas debajo de tierra, Todo lo que suele adquirir un gobernador discreto suele perder y derramar una mujer rústica y tonta, Todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que mamaron en la leche, y no fueron a buscar las estranjeras para declarar la alteza de sus conceptos, Todos los vicios traen un no sé qué de deleite consigo; pero el de la envidia no trae sino disgustos, rancores y rabias…
Un mal llama a otro, y el fin de una desgracia suele ser el principio de otra mayor, Uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son…
Vale más buena esperanza que ruin posesión, y buena queja que mala paga…
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